
¿Es cierto que flotamos mejor en el mar que en una piscina?
Según el principio de Arquímedes sobre la flotabilidad del cuerpo, cuanto mayor sea el valor de la densidad del líquido en el que se sumerge total o parcialmente un objeto, más fácil le resultará flotar. Dado que el agua salada del mar es aproximadamente un 3,5% más densa que el agua de una piscina, según este principio flotamos mejor en el mar que en una piscina, en la misma proporción. Cuando tenemos la oportunidad de darnos un chapuzón en el mar, además de nadar, nos suele gustar flotar y disfrutar del vaivén de las olas antes de que rompan en la orilla. Sin embargo, tenemos la impresión de que es algo más fácil flotar libremente en el mar que nadar en una piscina. En realidad es así, y esto tiene una explicación científica.